viernes, 17 de octubre de 2014

ABEJA

Abeja

Las abejas, al igual que las hormigas, evolucionaron a partir de avispas. Los antepasados de las abejas eran miembros de la familia Crabronidae y eran depredadores de insectos. Es posible que las primeras abejas se hayan alimentado del polen que cubría a algunas de sus presas y que, gradualmente, hayan empezado a alimentar a sus crías con polen en vez de insectos.

Hay muchas más especies que aún no han sido descritas. Se las encuentra en todos los continentes, excepto en la Antártida. Están en todos los hábitats donde hay plantas con flores(magnoliofitas o angiospermas). Están adaptadas para alimentarse de polen y néctar, usando el primero fundamentalmente como alimento para las larvas y el segundo como material energético. La especie mejor conocida por todos es la abeja doméstica (Apis mellifera), a veces simplemente llamada “abeja”; esta especie es un insecto social que vive en enjambres formados por tres clases de individuos: reina, obreras y zánganos; sin embargo, la mayoría de las especies de abejas son solitarias, es decir, que no forman enjambres. Existe también un número de especies semisociales, con capacidad de formar colonias; por ejemplo, los abejorros. Estas colonias no llegan a ser tan grandes ni duraderas como las de la abeja doméstica.

Polinizacion


Las abejas son los polinizadores más importantes de las plantas con flores o magnoliófitas. Se calcula que la tercera parte de los alimentos humanos son polinizados por insectos, fundamentalmente abejas.
La mayoría de las abejas son de cuerpo velludo con pelos plumosos; llevan una carga electrostática. Todo esto ayuda a que el polen se adhiera a su cuerpo. Con sus patas transfieren el polen a las canastas de polen que pueden ser de dos tipos: escopas o corbículas. Algunas especies de abejas son muy especializadas y colectan polen de unas pocas especies de plantas, otras son generalistas y visitan muchos tipos de flores diferentes. Pero en general visitan flores de una sola especie por un período de tiempo antes de ir a otra especie, lo cual es beneficioso para las plantas que requieren polen de la misma especie para su fecundación. La abeja posee dos antenas (órganos del olfato), que le sirven para localizar las flores, y dos pares de alas, muy delgadas, que permiten a algunas especies, largos vuelos de hasta 12 km.
  Evolución 
La abeja fósil más antigua conocida (encontrada en ámbar de Birmania   y descrita en 2006) pertenece al Cretácico temprano, presenta caracteres muy primitivos que la relacionan con las avispas. Se la denominó Melittosphex burmensis y se calcula que su edad es de alrededor de 100 millones de años. Tiene caracteres especializados, apomorfias, típicos de Anthophila o sea de abejas, pero además conserva dos caracteres ancestrales o plesiomorfia  de las patas (dos espolones tibiales y un basitarso delgado), éstos son caracteres de transición entre las abejas y otros grupos de himenópteros. Otra abeja fósil descubierta en ámbar es Cretotrigona prisca de Nueva Jersey, Estados Unidos; su edad se calcula entre 65 y 75 millones de años, a fines del Cretácico o sea alrededor de 30 millones de años más reciente que Melittosphex burmensis. Es un miembro de la subfamilia Meliponinae en la familia Apidae y es considerada una especie más avanzada evolutivamente.

http://es.wikipedia.org/wiki/Anthophila
 Hábitat



La abejas de la miel que viven en climas templados, como las abejas europeas, almacenan mayores cantidades de miel en comparación de otras subespecies, puesto que necesitan mantener una temperatura determinada en el interior del nido para poder sobrevivir durante el invierno. No obstante, las abejas que viven en climas fríos pueden adaptarse bien a su medio ambiente cuando las obreras han creado un nido que contiene un interior bien aislado. Para coleccionar suficiente miel para el siguiente invierno las obreras usualmente participan en enjambres a comienzos de la primavera.


Las abejas de la miel de hábitats tropicales, tales como las abejas africanas, no necesitan construir nidos grandes ni bien aislados, tener una gran cantidad de obreras o almacenar una gran cantidad de miel  porque no pasan largos periodos en climas fríos. Contrariamente a las abejas que viven en climas fríos, los enjambres de las abejas de climas tropicales dependen de la carencia o abundancia de alimentos y no de factores estacionales.  Sin importar el clima en que habitan, las abejas de la miel mantienen sus colmenas a una temperatura constate de 90 a 95 grados Fahrenheit.

http://es.wikipedia.org/wiki/Anthophila


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